Tus testimonios son muy seguros, totalmente confiables, son la base segura y fundamento de la fe y la seguridad de los creyentes, el testimonio de la Palabra eterna de Dios, del Evangelio de nuestra salvación, nos sostiene; la santidad llega a tu casa, oh Señor, para siempre, este adorno y la gloria de la casa de Jehová llega a ser el vestido de todo creyente. Todo aquel que deposita su confianza en Jesús como el Mesías prometido, el Redentor del mundo, es purificado en virtud de la justicia que le imparte la fe, ha recibido la santidad del Salvador como propia y se presenta ante el Señor como un hijo perfecto de Su beneplácito por toda la eternidad, seguro de la plenitud de las bendiciones celestiales.

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