Y el Señor, Jehová, porque es el que es el ángel del Señor, dijo a Satanás: El Señor te reprenda, oh Satanás, siendo condenado el adversario y el acusador en lugar del que él quería condenar, el Señor que ha Jerusalén escogida te reprenda, Él ha aceptado a los creyentes en Él como Su pueblo y no permitirá que Satanás interfiera con Su elección. ¿No es esto un tizón arrancado del fuego? El pueblo del Señor había estado al borde de la destrucción, pero el Señor había interferido antes de que fuera demasiado tarde; por tanto, también Josué, de pie ante el Señor como representante del pueblo pecador, está protegido de la condenación. La escena está ahora más elaborada con el fin de resaltar su significado completo.

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