Así dice el Señor: He vuelto a Sion y habitaré en medio de Jerusalén, ocupando una vez más la morada de Su honor en medio de Su pueblo, que había abandonado a causa de la iniquidad de la nación idólatra; y Jerusalén será llamada ciudad de verdad, donde la verdad del Señor, la verdad de Su Palabra eterna, se hallaría una vez más; y el monte de Jehová de los ejércitos, donde se levantó su templo, el monte santo, porque era el centro del verdadero culto en la tierra.

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