Salmo 100:1-5

1 Salmo de acción de gracias. ¡Canten alegres al SEÑOR, habitantes de toda la tierra!

2 Sirvan al SEÑOR con alegría; vengan ante su presencia con regocijo.

3 Reconozcan que el SEÑOR es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos y ovejas de su prado.

4 Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. Denle gracias; bendigan su nombre

5 porque el SEÑOR es bueno. Para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.

Alabanza Universal

Salmo 100:1

Si pudiéramos entrar en el espíritu de este salmo, todos los días serían un Día de Acción de Gracias. El salmista invita a toda la tierra a entrar en los atrios de la casa de Dios con cánticos alegres. En muchos de los Salmos, los acordes menores dominan a los mayores, y el llanto prevalece sobre el regocijo. Pero este salmo está lleno de luz solar sin nubes. La razón de esta alegría se sugiere en las palabras: Somos Suyos : Suyos por creación, por providencia y por gracia; y también la suya por la alegre consagración de nuestro corazón a su servicio.

Le pertenecemos por derecho; nos corresponde a nosotros asegurarnos de que también somos Suyos por elección. Y Su propiedad involucra Su cuidado de pastor. Somos su rebaño; Él es quien debe conducirnos a verdes pastos y junto a aguas tranquilas.

A los ojos del salmista, las naciones del mundo entran en el Templo a través de los portales abiertos de par en par. "¡Escuchar con atención!" el llora. "¡Escuchen el estallido de acciones de gracias que brotan de la poderosa multitud!" La gran atracción es la bondad de Jehová y la eternidad de Su amor y fidelidad. Este salmo revela el verdadero genio de la religión. No podemos estar satisfechos hasta que todos los hombres compartan nuestro conocimiento del amor de Dios. No hay nada que promueva mejor la verdadera felicidad y alegría de la humanidad.

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