Fue una gran y gloriosa canción que resonó en el aire de la mañana al otro lado del mar. Un estudio de ella revelará que es una canción del Rey. Fue un momento de gran éxtasis de conciencia nacional. En algún aspecto, cada movimiento de ella suena a la alabanza del Rey. La razón de la canción es Dios mismo (versículos 15: 1-2). La victoria contra el enemigo orgulloso es totalmente de Jehová (versículos 15: 3-10).

El liderazgo de su pueblo es solo suyo (versículos 15: 11-13). La sensación de pavor que cae sobre los hombres de otras naciones que presenciaron el pasaje es el resultado de la victoria de Jehová (versículos 15: 14-16). Su confianza, ahora alta y esperanzada, de llegar finalmente a la posesión de su herencia se centra totalmente en Él (versículos Éxodo 15:7 ; Éxodo 15:18).

Ahora comienza la historia más directa de la guía de Jehová al pueblo. Marah y su amargura brindaron la oportunidad de descubrir los recursos de Jehová. Elim fue una evidencia de Su tierno cuidado por ellos.

Para quien tiene ojos para ver y corazón para comprender, la ternura divina se manifiesta a lo largo de todo el camino del peregrino.

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