Aquí comienza la historia de José en Egipto que está tan llena de interés. Por la malicia de sus hermanos había sido vendido como esclavo y en tal condición lo vemos ahora. Aquí, al comienzo mismo de la historia de su vida y obra en Egipto, aprendemos el secreto de todo su maravilloso éxito: "Jehová estaba con él". y también que, "Su amo vio que Jehová estaba con él".

En esas dos declaraciones se revela a un hombre en circunstancias que siempre se han calculado para degradar. El era un esclavo. Sin embargo, en estas mismas circunstancias vivió de tal manera que le demostró a su maestro que era un hombre en comunión con Dios. La condena de Potifar resultó en la promoción de José.

Si bien es cierto que los hombres piadosos deben sufrir persecución tarde o temprano, es igualmente cierto que la vida de piedad simple exige el respeto y la confianza incluso de los hombres impíos.

Luego sigue la historia de su tentación, una tentación sutil y feroz, presentándose como lo hizo en la persona de alguien que se suponía que era infinitamente superior a José en la posición social. Su silenciosa y heroica victoria da testimonio de la fuerza del hombre que vive habitualmente con Dios, incluso en circunstancias de tentación, que son a la vez sutiles, repentinas y fuertes.

Una vez más sus circunstancias cambiaron y quedó prisionero; y nuevamente se declara, "Jehová estaba con él"; y el hecho se manifestó con prácticamente el mismo resultado de ascenso a un cargo de confianza. El capítulo revela la fidelidad de Dios a un hombre que le fue leal. Ya sea en la esclavitud o en la cárcel, en la prosperidad o en la adversidad, Jehová todavía estaba con José y él triunfaba.

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