Llegamos ahora a la sección que trata del canto triunfal resultante de la obra del Siervo de Dios, y este capítulo es el cántico de seguridad. Primero expone el glorioso hecho de la restauración. El pueblo, abandonado a causa de su propio pecado, debe ser restaurado a la relación sagrada con Jehová, en la que Él es el esposo. Las fronteras se van a ensanchar para que el crecimiento de la gente encuentre cabida, y todo esto porque ha llegado el fin del abandono. No hay que olvidar que este cántico de restauración sigue inmediatamente a la descripción del sufrimiento y triunfo del Siervo de Dios.

La segunda mitad de la canción describe la gloria de la restauración. La ciudad será reconstruida con esplendor material. Su vida debe estar condicionada por la rectitud moral. Los niños deben ser enseñados por Jehová. La fuerza cívica debe ser la rectitud y toda opresión debe ser desterrada.

Finalmente, el pueblo reconstituido será inexpugnable. Ningún enemigo podrá tener ventaja sobre ellos, y ningún arma que se forme contra ellos prosperará.

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