Comenzamos ahora la última división del libro, que trata del programa de paz, ya que establece las condiciones, describe la realización final e insiste en un principio de discriminación.

Al tratar con las condiciones, el profeta primero declara los requisitos morales. Este mensaje consiste en una condena del formalismo y una descripción de la religión verdadera. La acusación de Jehová contra el pueblo es que han observado las ordenanzas externas de la religión y, sin embargo, se han quejado de que Dios no les ha respondido. En respuesta a esta queja, Jehová los acusa de egoísmo incluso en la adoración, y declara que su oración no es escuchada, afirmando que no acepta la postración del cuerpo que no esté acompañada de la dicción del alma.

En un pasaje lleno de belleza se describe a continuación la verdadera religión, con sus recompensas. Se expresa en rectitud de acción y ternura, que es recompensada con luz, compañerismo y oración contestada. En estas observancias externas, como la del sábado, deben estar libres de todo egoísmo y caracterizarse por el deleite en el Señor. A esto le sigue la verdadera exaltación y la realización de las promesas de Jehová.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad