Llora en voz alta - Margen, ‘Con la garganta;’ es decir, Gesenius, con la garganta abierta, con una voz completa proveniente de la garganta y el pecho; mientras que uno que habla bajo usa solo los labios y la lengua 1 Samuel 1:13. El Chaldee introduce aquí la palabra profeta, 'Oh profeta, llora en voz alta.' La Septuaginta lo traduce, 'Llora con fuerza' (ἐν ἰσχύΐ en ischui).

Repuesto no - Es decir, no sobra ni restringe la voz. Que sea completo, fuerte y fuerte.

Alza tu voz como una trompeta - Habla alto y claro, para que se escuche el lenguaje de la reprensión. El sentido es que la gente es insensible y estúpida. Necesitan algo para despertarlos en un sentido de su culpa. Ve y proclama para que todos puedan escuchar. No hables en susurros; no hable a una parte, pero hable con tanta seriedad que su atención será detenida y que todos escuchen (compare las notas en Isaías 40:9). “Y muéstrale a mi gente”. Esto se refiere al pueblo judío en la época del profeta; o a las mismas personas en su exilio en Babilonia; o al pueblo de Dios después de la venida del Mesías. Vitringa supone que se refiere a la Iglesia nominalmente cristiana cuando debería haberse hundido en los pecados y formalidades del papado, y que la dirección aquí es que los verdaderos ministros de Dios proclamen los pecados de una iglesia corrupta y degenerada. La razón principal asignada por él para esto es que no hay referencia aquí al templo, a los sacrificios, ni a la idolatría que era el pecado prevaleciente en el tiempo de Manasés. Rosenmuller, por una razón similar, supone que se refiere a los judíos en Babilonia. Pero ya se ha comentado (ver el análisis del capítulo) que esta razón no parece ser satisfactoria.

Es cierto que aquí no se hace referencia al templo ni a los sacrificios, y puede ser cierto que el pecado principal de la nación en el tiempo de Manasés fue la idolatría; pero también es cierto que la formalidad y la hipocresía eran pecados prominentes, y que merecían una reprensión. Es cierto que si bien se adhirieron a las formas públicas de religión, el corazón no estaba en ellas; y que si bien confiaron en esas formas, y se sorprendieron de que el favor divino no se les manifestara a causa de su observancia, había una buena razón por la cual ese favor fue ignorado, y era importante que esa razón se estableciera claramente y completamente. Es probable, por lo tanto, que la referencia aquí sea a los tiempos del profeta mismo, y que el tema de la reprensión sea la formalidad, la hipocresía y los pecados prevalentes del reinado de Manasés.

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