Los fariseos plantearon una pregunta sobre la relación matrimonial. El Maestro fue a la raíz de todas las cosas con las palabras "Desde el principio de la creación". La autoridad suprema y final no es el permiso de un legislador humano, sino la voluntad y la intención de Dios.

En este sentido, Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo, imponiéndoles las manos. La historia del joven rico revela la necesidad de control. La forma de encontrarlo es siguiendo al Maestro. El Maestro les dijo a sus discípulos que las riquezas siempre eran una trampa. Siempre es difícil para un rico entrar, pero con Dios lo imposible es posible.

"Jesús iba antes". Los discípulos los siguieron con un pavor innombrable y terrible sobre ellos. Jesús fue interrumpido por Santiago y Juan. Con qué tierna paciencia les habló. Los diez estaban indignados con Santiago y Juan. Esta indignación de los diez no es más digna de imitar que la ambición de los dos. La indignación y la ambición se basaban por igual en el egoísmo y el deseo de grandeza.

La historia de Bartimeo revela nuevamente la disposición y el poder de Cristo para ayudar.

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