"Luego." Esto nos da el tiempo en el que el Reino de los Cielos será comparado con diez vírgenes. Ese Reino pasa por muchas fases, pero justo antes de la venida del Rey este será su carácter. Tenga en cuenta especialmente que las diez vírgenes son necesarias para dar una idea correcta del Reino.

Nuevamente, para interpretar correctamente la siguiente parábola, debemos recordar que se refiere a los siervos del Rey. No ha encomendado sus bienes a los rebeldes, sino a los suyos. Aplicar esta parábola a todos los hombres es suponer que el Señor ausente ha encomendado la mayordomía de sus bienes tanto a los rebeldes como a los súbditos. No se puede cometer un error mayor. Cuando Él venga, los perezosos y los inútiles serán echados, no porque no creyeron o porque se rebelaron, sino porque desatendieron las oportunidades que Él les había encomendado. Cuán solemne es la enseñanza de la parábola para todos sus siervos. ¿Qué estoy haciendo con el talento de mi Señor? La negligencia puede provocar una pérdida terrible. Puedo ser salvo sólo como por fuego.

El Señor luego se refirió a Su apocalipsis, Su venida en gloria. El juicio no es de los santos, ni de la raza considerada como individuos. Es, como declaró tan claramente, el juicio de las naciones. Hay tres clases. Los de la derecha-oveja; los de las cabras de la izquierda; y "estos mis hermanos". Él separa entre ovejas y cabras según han tratado a sus hermanos.

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