"Y tomaste tus ropas de borde y las cubriste (los ídolos), y pusiste mi aceite y mi incienso delante de ellos".

El catálogo de comportamientos cobardes continúa. Pusieron a los ídolos las ropas finas que les había dado Yahvé. El aceite y el incienso que les había dado en abundancia los ofrecieron a dioses falsos. Pero debemos tener cuidado antes de sorprendernos demasiado. Muchas vidas cristianas se han marchitado debido a la bondad de Dios para con ellos, que les ha hecho olvidarlo. La riqueza y la prosperidad son enemigas de la vida espiritual dedicada.

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