“Además te convertiré en desolación y oprobio entre las naciones que te rodean, a la vista de todos los que pasen. Por tanto, será oprobio y burla, instrucción y espanto para las naciones que os rodean, cuando yo haga en vosotros juicios con ira, con furor y con furor reprensión. Yo, Yahvé, lo he dicho ”.

El catálogo de males continúa. Todos a su alrededor verían su desolación, todos notarían que el pueblo de Yahweh, que se había jactado de su Dios y Su poder, había sido humillado y devastado. Todos los que pasaban (ver Lamentaciones 1:12 ) los reprochaban y se burlaban de ellos, y de lo que les había sucedido aprenderían del odio de Dios por el pecado.

De hecho, se asombrarían de lo que les había sucedido. Eran el pueblo de Yahweh a quien Senaquerib no había podido conquistar ( 2 Reyes 19:35 ) por lo que Yahweh había hecho. Entonces, ¿cómo les pudo haber pasado esto? Y la respuesta sería, a causa de la ira y la furia y las reprensiones furiosas de Yahweh contra su pecado. Note la acumulación de verbos. Las naciones quedarían totalmente asombradas.

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