“Por tanto, estad también vosotros preparados, porque a la hora que no pensáis, vendrá el Hijo del Hombre”.

Pero cuando se reduce a la venida del Hijo del Hombre, no podemos permitirnos cometer ese error. Debemos estar velando todo el tiempo y viviendo a la luz de Su venida, porque Él vendrá a la hora en que no lo esperamos. Por tanto, la única forma de estar preparado es mirar todo el tiempo.

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