"No hay nada más que pronunciar maldiciones y quebrantar la fe, matar, robar y cometer adulterio".

Esta falta de verdad y compasión se manifiesta claramente en su comportamiento. Continuamente pronuncian maldiciones ('lh) sobre otros, quebrantan la fe y engañan y dan falso testimonio, matan, roban y cometen adulterio, violando así el lado masculino de los mandamientos en Éxodo 20 (la codicia no era un delito imputable como no demostrable).

"Estallan y la sangre choca con la sangre".

De manera más atroz, son culpables de mucho derramamiento de sangre. 'Ellos estallan'. Es decir, a veces eliminan todas las restricciones. Podríamos decir, 'rompen todos los límites'. La sugerencia parece ser que de vez en cuando grupos de hombres son llevados a la violencia por algún desaire, imaginario o real, y se dedican a derramar la sangre de sus compañeros israelitas. Así, toda la tierra está constantemente al borde de la violencia. Como sabemos fueron tiempos turbulentos, con cada rey surgiendo como consecuencia del asesinato de otro (algo que siempre exacerba la disensión); con la amenaza de Asiria constantemente en el horizonte y apareciendo de vez en cuando; con feroz desacuerdo entre los diferentes partidos políticos sobre cómo abordar el problema planteado; y con un Judá que no estaba dispuesto a entrar en alianza con ellos y Aram (Siria), y así tener que ser puesto en su lugar. Todo esto alentó la violencia y pensamientos de violencia, y la violencia engendra violencia.

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