2 Samuel 24:14

Considerar:

I. Los diferentes efectos que produce el temor de Dios y el temor del hombre en el caso del dolor por el pecado en nosotros mismos. (1) El miedo al hombre conduce directamente al ocultamiento y a todos aquellos actos de mezquindad y falsedad que se practican para escapar a la detección y el castigo. (2) El miedo al hombre lleva a algunos a sentimientos de repugnancia y odio generalizados hacia la humanidad; a otros los lleva a la desesperación ya pensamientos suicidas. (3) El miedo al hombre nos lleva por mal camino en el trato que damos a otros que nos han ofendido.

II. Note el efecto producido por el temor de Dios. (1) El temor de Dios nos lleva a la confesión, la humillación y una esperanza agradecida. (2) Nos lleva a juzgar correctamente la culpa comparativa de diferentes ofensas y a valorarlas, no según la opinión de los hombres, sino según la palabra de Dios. (3) Nos hace ansiosos y dispuestos a perdonar, como Dios, por amor de Cristo, nos ha perdonado.

III. Es notable, sin embargo, que si bien la Escritura impone la más completa indiferencia hacia la censura del mundo y condena tan a menudo y con tanta justicia el temor del hombre, sin embargo, nos enseña a escandalizar la opinión de nadie sobre nosotros con arrogancia y a considerar en todos los asuntos insignificantes, tanto como podamos, cómo podemos agradar a los demás, no por nuestro bien, sino por el de ellos. La excelencia del cumplimiento cristiano es que considera el favor del hombre, no como un fin, sino como un medio; no la codicia por sí misma, sino que los hombres, al aprender a mirar favorablemente a los cristianos, puedan ser persuadidos de convertirse ellos mismos en cristianos.

T. Arnold, Sermons, vol. i., pág. 164.

Referencias: 2 Samuel 24:14 . T. Arnold, Sermons, vol. VIP. 66; J. Baldwin Brown, Christian World Pulpit, vol. xvi., pág. 252; J. M Neale, Sermones en Sackville College, vol. ii., pág. 85.

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