Éxodo 33:14

Esta es una palabra a tiempo para todo el que está cansado. Es tan ciertamente nuestro como si, como el mensaje de los pastores en Belén, nos llegara, con un golpe de luz y un torrente de música mística, directamente desde el trono eterno.

I. ¿En qué sentido ha dicho Dios: "Mi presencia irá contigo"? Está presente para el creyente como un Amigo cuyo amor ha sido aceptado y cuya conversación se entiende con toda la inteligencia de una naturaleza afín.

II. ¿En qué sentido la presencia de Dios da reposo? (1) Tiende a dar descanso del incidente terrorista a un estado de condena. (2) Da descanso a la angustia que brota de una naturaleza discordante. (3) Da descanso a los antojos de un espíritu insatisfecho. (4) Da descanso a la distracción que se siente en medio de escenas y asociaciones desagradables. (5) Da descanso a la inquietud que resulta de la falta de simpatía humana. (6) Da descanso a las aprensiones sobre el futuro. (7) La presencia de Dios con nosotros ahora es la garantía del descanso perfecto en la próxima vida.

C. Stanford, Verdades centrales, pág. 227.

I. La presencia del ángel se refiere a Cristo, el mismo que en otros lugares se llama el "ángel del pacto".

II. La presencia de Dios en Cristo se manifestó en el desierto por la columna y la nube en que tabernáculo, y también por la shejiná, que, al colgar sobre la tienda sagrada, testificaba de la fidelidad y gloria de Dios.

III. Note los imperativos del futuro de Dios. Ninguna incertidumbre albergará aquí; viene en la infalibilidad de una profecía y la soberanía de un decreto: "Mi presencia irá contigo". Es personal, íntimo, minucioso, apropiado.

IV. La presencia de Dios trae descanso. Hay (1) un descanso de Dios, cuando un alma justificada descansa a través de la sangre de Jesús del tormento de su temor; (2) un reposo en Dios, cuando el espíritu santificado reposa en el seno de las promesas; y (3) un descanso con Dios, cuando termine la batalla de la vida y el santo vencedor se despoje de su armadura.

J. Vaughan, Cincuenta sermones; Novena serie, pág. 249.

Referencias: Éxodo 33:14 . JE Vaux, Sermon Notes, primera serie, p. 64; Homiletic Quarterly, vol. v., pág. 467; Spurgeon, Sermons, vol. xxvii., No. 1583. Éxodo 33:15 . Expositor, primera serie, vol. vii., pág. 467.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad