Isaías 37:10

I. Analicemos este consejo satánico: "No te engañe tu Dios en quien confías". Es una tentación muy peligrosa por tres razones. (1) Porque apela al orgullo natural del corazón. Existe un instinto universal que hace que un hombre aborrezca la idea de ser engañado. Hay algo en la misma idea que despierta todo el orgullo latente en cada corazón. Tomar la confianza de un hombre, recibir todos los pensamientos secretos de su corazón, permitirle que te confíe todo, y luego, a sangre fría, darse la vuelta y dejarlo en la estacada, habiéndolo guiado por promesas justas, es tan cruel. un acto en su naturaleza, que no me sorprende que por un instinto universal todo hombre se estremezca ante la mera suposición de ser tratado así.

(2) No se puede ocultar el hecho de que si Dios nos engañó, estaríamos en una situación desesperada y, por lo tanto, hay fuerza en la tentación. (3) Los métodos del gobierno de Dios están más allá de nuestra comprensión, a veces parecen inclinarse hacia la sugerencia del tentador, por las apariencias uno podría decir, "Dios nos va a dejar en la estacada".

II. Demos la vuelta y rompamos el consejo. (1) Podemos romperlo porque llega demasiado tarde. Si Dios es un engañador, ya estamos tan completamente engañados, y lo hemos sido durante años, que es bastante tarde en el día por venir y nos aconseja que no lo sea. (2) Podemos romperlo, porque si Dios nos engaña, podemos estar bastante seguros de que no hay nadie más que no lo haga. Por todo lo que sabemos de nuestro Dios, Su santidad, Su justicia y Su fidelidad, si Él puede engañarnos, entonces estamos completamente seguros de que no hay nadie en quien confiar.

(3) No hay ni un átomo de evidencia para apoyar el libelo. Escudriñe el mundo y vea si puede encontrar a un hombre que diga deliberadamente: "He probado a Dios, he confiado en Él y Él me ha engañado". (4) Hay pruebas abrumadoras para refutarlo. El hombre nunca confió en su Dios y fue avergonzado. El cielo, la tierra y el infierno declaran que Jehová nunca ha engañado y nunca podrá engañar.

AG Brown, Penny Pulpit, No. 1131.

Referencias: Isaías 37:22 . Spurgeon, Mañana a mañana, pág. 203. Isaías 37:30 . S. Baring-Gould, Predicación en la aldea durante un año, vol. ii., Apéndice, No. 1.

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