Marco 15:23

Cristo rechazando cualquier alivio de sus sufrimientos.

De pie ante la escena de la imagen de estas palabras, preguntaría, con devoción y seriedad: ¿Qué significa? ¿Qué luz arroja sobre Cristo? ¿Qué ayuda nos brinda en la vida? Creo que ilustra:

I. La fuente de la majestad moral del Hijo del Hombre. En este breve suceso leí a la vez la grandeza y el origen de ese carácter majestuoso que eleva a Jesús tan inconmensurablemente por encima de todos los demás de los hijos de los hombres. Se negó a recibir un bálsamo para su agonía; en que Él exhibió una fuerza moral absolutamente incomparable, y en ese mismo rechazo aprendemos de dónde vino Su fuerza. No recibió su fuerza del hombre, y del alivio que le ofreció el hombre se apartó; Recibió Su poder de Dios, y el secreto de ese poder residía en la perfecta sumisión a Su voluntad.

II. ¿Cuál fue el significado de la consumación de los sufrimientos de Cristo? Se ha comentado verdaderamente que bebió la última gota de Su copa de agonía al rechazar aquello que aliviaría sus dolores finales. Hemos dicho que Él no hizo eso por el mero hecho de aguantar, sino para rendirse a la voluntad del Cielo. Surge la pregunta, ¿qué significa que lo hará? Cristo murió, no para reconciliar a Dios, ni tampoco para compensar tanto mal; sino restaurar el espíritu amoroso del hombre al Padre eterno.

Para esa restauración se requirieron dos cosas; el hombre debe aprender la majestad de la ley de Dios; y debe ser atraído por el amor al Divino. Ambos reciben una ilustración gloriosa de las palabras que tenemos ante nosotros.

III. También aprendemos de esta historia la claridad de la visión de la muerte de Cristo. Resolvió morir con su visión mental clara y tranquila. En pleno dominio de sí mismo, fue a enfrentar el horror de la muerte. Hay un significado profundo en esto, en relación con la manera en que Cristo conquistó la muerte de todo hombre.

IV. El deber de los discípulos de Cristo. Cuando el sufrimiento se encuentra con nosotros en el camino de la obediencia, no debemos retroceder ante su aproximación; pero, confiando en la fuerza de Cristo, enfréntalo con calma, resolución y valentía.

EL Hull, Sermones, segunda serie, pág. 213.

Referencias: Marco 15:23 . Spurgeon, Evening by Evening, pág. 233. Marco 15:23 . HM Luckock, Footprints of the Son of Man, pág. 366.

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