Ahora los hijos de Rubén, el primogénito de Israel.

Los derechos de Rubén se transfieren a José

Vale la pena detenerse en este incidente sólo porque aclara una fase especial del gobierno divino. Dios no está sujeto a leyes arbitrarias. La primogenitura se puede cambiar en la corte del cielo. La conducta es la única garantía absoluta de una primogenitura real y duradera. “Una vez en gracia, siempre en gracia”, puede ser una verdad gloriosa, pero todo depende de lo que se quiere decir con estar “en gracia”. No todos son Israel los que se llaman Israel.

Solo podemos probar que una vez estuvimos en gracia viviendo continuamente en gracia. Cualquier ruptura vital en la continuación desacreditará la supuesta realidad del origen. ( J. Parker, DD )

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