Alargaré tus días.

Larga vida

Me reconforta mucho esa promesa: "te satisfaré de larga vida". No creo que eso signifique una vida corta aquí: setenta, ochenta, noventa o cien años. ¿Crees que cualquier hombre vivo estaría satisfecho si pudiera vivir hasta los cien años y luego tener que morir? No por mucho. Supongamos que Adán hubiera vivido hasta hoy y tuviera que morir esta noche; ¿estaría satisfecho? ¡Ni un poco! No si hubiera vivido un millón de años y luego tuviera que morir.

Sabes que todo el tiempo estamos llegando al final de las cosas aquí: el final de la semana, el final del mes, el final del año, el final de la jornada escolar. Es el fin, el fin, el fin de todo el tiempo. Pero, gracias a Dios, nos va a satisfacer con una larga vida; sin fin, una vida sin fin. La vida es muy dulce. Sería un mundo bastante oscuro si la muerte fuera eterna, y cuando nuestros seres queridos mueran, estaríamos eternamente separados de ellos. Gracias a Dios, no es así; nos reuniremos. Es simplemente mudarse de esta casa a una mejor; subiendo más alto y viviendo una y otra vez para siempre. ( DL Moody. )

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