Y la entrada de la casa.

La entrada de la casa

Esto, central, conspicuo y atractivo, sugiere:

I. Acceso a Dios en el culto cristiano.

II. Acceso a la belleza simbólica en el culto cristiano.

1. Perfección del oro o prosperidad material dada a Dios.

2. Palmas: crecimiento y fecundidad en la vida cristiana.

3. Flores: belleza y fragancia en carácter cristiano.

4. Querubines: prontitud en el servicio de Dios. ( J. Wolfendale .)

El valor de la grandeza

Una buena casa no puede ser un buen inquilino; un vagón de primera clase no puede ser un viajero de primera clase; un hombre podría sentarse en el trono de un monarca y no ser un soberano; incluso podría parecer un rey y ser solo un payaso. La decoración es inútil, si no expresa algo más allá de sí misma, algo espiritual, ideal, trascendental. La imagen no es nada si en realidad no habla, no al oído del cuerpo, sino a la atención del alma.

Es una divertida ironía ver a algunas personas vestidas de púrpura y lino fino, porque realmente no hay conexión entre ellas y sus ropas; esperamos que hablen musicalmente, y ¡he aquí! sus tonos llenan nuestras bocas como piedras de grava. Esperamos que un hombre sea al menos tan elegante como su ropa, y cuando no lo es, no culpamos a las prendas; es más su desgracia que su culpa estar donde están.

Entonces, cuando leemos la especificación de templos y palacios, decimos: “¿Qué significa? ¿Qué valor tiene esta grandeza para ayudar y bendecir al mundo? ¿En qué terminará la civilización? ( J . Parker, DD .).

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