Por tanto, te hizo rey sobre ellos.

El nombramiento divino de los reyes

I. Que los príncipes son designados por Dios.

II. Que los gobernantes sabios y buenos son una señal del amor y el favor divino para cualquier nación.

III. La descripción del oficio real y la dignidad, tanto en el respeto de Dios como del pueblo.

IV. Que por el avance de un príncipe eminentemente calificado para servir a Dios y a su país debemos bendecir a Dios, es decir, devolverle el tributo de alabanza que se le debe. ( Abp. Potter. )

La bendición de un rey protestante y una familia real a la

nación:--

I. Que es Dios quien hace reyes y los pone en sus tronos como sus vicegerentes para hacer justicia y juicio en la tierra.

II. Todos los reyes deben recordar que se sientan en el trono del Señor su Dios, de quien el salmista dice que la justicia y el juicio son la morada de Su trono. Por lo tanto, deben ser buenos y justos, gobernando en Su temor y siguiendo Su ejemplo. ( John Donne, DD )

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