Según sus pastos, así se llenaban. .. por eso se han olvidado de mí.

La conjunción de prosperidad secular y perversidad espiritual.

Aquí hay hombres en buenas condiciones físicas, en ricos pastos bien alimentados, con lo que se enorgullecen de corazón y se olvidan de su Dios.

I. Es una conjunción común. La riqueza en el corazón pecador tiende a:

1. Promover la autocomplacencia: el mimo de los apetitos y la satisfacción de las concupiscencias pecaminosas.

2. Fomentar la indolencia. Debilita y generalmente destruye el motivo de la industria.

II. Es una conjunción incongruente. La prosperidad secular debería conducir a la devoción espiritual.

1. Cuanto más bien temporal tenemos, más medios tenemos para la promoción de la excelencia espiritual. La propiedad nos pone en posesión del poder de procurar libros, tiempo libre, maestros y todas las demás ayudas para el mejoramiento espiritual.

2. Cuanto más bien temporal tenemos, más motivos tenemos para cultivar la excelencia espiritual. La Biblia insta a las misericordias de Dios como un incentivo para la vida santa: "Te suplicamos por las misericordias de Dios", etc.

3. Cuanto más bien temporal tenemos, más obligaciones tenemos para cultivar la mejora espiritual. De ahí la incongruencia de la conjunción.

III. Es una conjunción pecaminosa. La maldición del cielo está sobre él. Es pecaminoso

1. Porque es un abuso de las bendiciones de Dios.

2. Implica una infracción de las leyes de Dios.

Él nos ha mandado en todo, con oración y súplica, que le demos a conocer nuestras peticiones. ( Homilista. )

Pastos envenenados

La tierra de pastoreo era hermosamente verde y parecía muy deseable para los rebaños y manadas. Un granjero convirtió sus ovejas en el prado, pero al poco tiempo algunas enfermaron y, finalmente, todas se vieron afectadas. Nadie pudo entender la razón, hasta que se descubrió que un rebaño de ovejas enfermas había ocupado previamente el campo, la hierba del cual se había contaminado y el pasto envenenado.

¡Cuán cuidadosos deben ser todos con los libros que leen, las compañerismos que forman y las diversiones en las que se entregan! ¿Manchan la mente y envenenan el alma? Porque según sus pastos así es su vida.

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