Encamino por el camino de la justicia.

Sustancia la herencia de los santos

I. Jesús conduce por el camino de la justicia.

1. Guiándolos a Su santa, estricta y condenadora ley.

2. Implantando sinceridad y rectitud.

II. Jesús conduce en medio de los caminos del juicio. Estos caminos de juicio son cuando Él, con Su ojo santo, escudriña el corazón y saca a la luz sus obras secretas. Dirige al establecer un tribunal de justicia en el corazón, acusando al alma en su barra; no con venganza, como castigar a un criminal, sino como padre, después de que el niño ha estado haciendo ausentismo todo el día.

III. Jesús hace que el alma herede la sustancia. Algo sólido, pesado, poderoso, real y eterno. Poder y vida y sentimiento, y el reino bendito de Dios establecido con autoridad en el alma. Una religión sustancial, algo que cae en el alma de Su propio ser bendito, algo que sale de Él mismo y de la plenitud de Su propio corazón amoroso, para hacerlos regocijarse y alegrarse. ( JC Philpot. )

En medio de los caminos del Juicio.

La media dorada

En este país, si camina en medio de la calle del pueblo, o en medio del camino en el campo, está expuesto al peligro de caballos y vehículos, para lo cual esa parte del camino estaba reservada, y por lo tanto. Se han habilitado veredas y aceras, donde refugiarse del tráfico. Es diferente en Oriente. Allí las carreteras están tan mal hechas y tan poco frecuentadas, que siempre estás más seguro en el medio.

Quizás haya una roca en este lado y un precipicio o una zanja en el otro, y los bordes de la carretera son siempre tan accidentados y desiguales que solo el camino desgastado en el medio está disponible para viajar con facilidad. Y de esta condición de los caminos orientales ha surgido la lección moral de que el medio del camino de la conducta es el más seguro y el mejor. El sentimiento puede ejemplificarse en todo lo moral y religioso.

Los griegos de antaño siempre hablaban de la media dorada entre dos extremos, y les gustaba probar que la verdad y la seguridad siempre estaban en el medio. El sabio habla de las sendas del juicio. Estos senderos están a menudo a ambos lados del camino de la justicia, que es el medio; y se llaman sendas de juicio porque, si te desvías por ellas por el camino estrecho y angosto de la justicia, encontrarás peligros y males que seguramente te castigarán.

Las virtudes que dan las bendiciones de la vida están en el medio, entre los vicios que arruinan y arruinan tu vida. Un poco demasiado de un lado o del otro hace toda la diferencia en el mundo; y tan cerca unos de otros vienen los males que deben evitar, que angosto es el camino que conduce a la vida, y pocos son los que lo encuentran. El camino lateral puede, por tanto, ser suave y agradable, pero conduce al peligro. El medio del camino puede ser difícil y difícil, pero es seguro: el camino de la justicia, entre los senderos del juicio. ( H. Macmillan, DD )

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