Porque en [aquel] tiempo, día tras día, acudía a David para ayudarlo, hasta que [era] un gran ejército, como el ejército de Dios.

Ver. 22. Como la hueste de Dios, ] es decir, una hueste numerosa y notable, como la de Dios, de ángeles y de todas las criaturas. Dei nimirum Maximi, maxima sunt omnia.

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