Y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto desobedeciste la boca de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te mandó,

Ver. 21. Por cuanto has desobedecido. ] Así, este viejo impostor se vio obligado a condenarse a sí mismo por engaño, así como al otro profeta por desobediencia.

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