Y él respondió: No he turbado a Israel; mas tú y la casa de tu padre, habéis abandonado los mandamientos del SEÑOR y habéis seguido a los baales.

Ver. 18. No he turbado a Israel; pero tú, etc. ] Este fue un trato sencillo como el de un profeta; como también fue utilizado posteriormente por Micaías, Eliseo, Jeremías, Juan Bautista, Atenágoras, Atanasio Crisóstomo, qui peccata tanta severitate argubat ac si ipse etiam per iniuriam laesus esset: et omnium ordinum delicta magna dicendi libertate taxabat, que no perdonó a nadie por su grandeza , pero con todo denuedo los reprendió por sus faltas; tomándose la misma libertad para clamar pecados, que los hombres de todos los rangos se tomaron para cometerlos. a

un Osiand. Hist. Eccles., Ciento. 5, lib. I. gorra. 6.

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