Y tomaron el becerro que les fue dado, y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, escúchanos. Pero no había voz, ni quien respondiese. Y saltaron sobre el altar que había sido hecho.

Ver. 26. Y saltaron sobre el altar. ] O, Saltaron arriba y abajo en el altar, como si hubieran estado en un éxtasis profético, o hubieran traído fuego del cielo. Los paganos Corybantes, Luperci y Salii, esos sacerdotes romanos, usaban muchos gestos extraños y extraños en sus servicios de ídolos.

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