El rey dijo además a Simei: Tú conoces toda la maldad que tu corazón tiene al tanto, que hiciste a David mi padre; por tanto, el SEÑOR hará volver tu maldad sobre tu cabeza;

Ver. 44. Tú conoces toda la maldad. ] Conocer otras cosas es ciencia: pero conocernos a nosotros mismos es conciencia. Este es el reflejo del alma sobre sí misma. "Nuestras transgresiones están con nosotros, y nuestras iniquidades, las conocemos". Quid tibi prodest non habere conscium, habenti couscientiam?

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