Y dentro del oráculo hizo dos querubines [de] olivo, [cada] de diez codos de altura.

Ver. 23. Y dentro del oráculo hizo dos querubines. ] Se trataba de dos grandes estatuas humanas aladas, de cinco metros de altura, que representaban la fuerza y ​​la excelencia de los ángeles benditos, siempre atentos al Dios Todopoderoso; como también las partes eminentes y las prácticas dignas de alabanza de los ministros del evangelio, que deben estar en paz entre sí y promover la paz en todo lo que puedan entre los demás. Estos querubines eran dos, - Cristo envió a sus apóstoles de dos en dos, - también eran de olivo, el emblema de la paz, y sus rostros se miraban el uno al otro: también eran uniformes.

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