Y Saúl dijo: Bajemos en pos de los filisteos de noche, y los saqueamos hasta que amanezca, y no dejemos a ninguno de ellos. Y ellos dijeron: Haz todo lo que te parezca bien. Entonces dijo el sacerdote: Acerquémonos acá a Dios.

Ver. 36. No dejemos a un hombre de ellos. ] Aquí expresa, dicen algunos, su excesivo deseo de venganza, su arrogancia y su crueldad. Tenía una orden expresa de no dejar a un hombre de los amalecitas y, sin embargo, podía prescindir de muchos de ellos. 1 de Samuel 15: 7-8

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