Y Samuel hizo lo que dijo el SEÑOR, y llegó a Belén. Y los ancianos de la ciudad se estremecieron ante su llegada, y dijeron: ¿Vienes en paz?

Ver. 4. Y los ancianos del pueblo temblaron ante su venida. ] No porque le temieran a él, sino a sí mismos, para que no fueran culpables de algún gran pecado, o en peligro de algún grave juicio, que él vino a denunciar. Sabían bien que Samuel no era un vagabundo en el extranjero, y que tal huésped no venía a ellos por familiaridad. Viniendo también de manera tan inesperada y tan privada, bien podrían temer que él había huido de Saúl, y que el mal les sobrevendría por su bien, como luego le sucedió a Nob por el bien de David.

¿Vienes en paz? ] Es bueno estar asombrado ante los mensajeros de Dios y mantener buenos términos con ellos en toda ocasión. Se culpa a Sedequías por no humillarse ante el profeta Jeremías, hablando de la boca del Señor. 2 Crónicas 36:12

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