Y sucedió que al día siguiente, que era el día dos del mes, el lugar de David estaba vacío; y Saúl dijo a su hijo Jonatán: Por tanto, el hijo de Isaí no ha venido a comer ni ayer ni ¿hoy dia?

Ver. 27. ¿Por qué no viene a comer el hijo de Isaí? ] ¿Por qué debería, decir, a menos que se cansara de su vida, que tan recientemente se buscaba? Pero Saúl pensó, al menos, que David se olvidaría de las viejas heridas y las haría tan poco como él mismo que las había hecho. Pero, ¿cuál es el viejo dicho en este caso?

Pulvere, qui laedit, scribit; sed marmore, laesus. "

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