Pero los hombres [fueron] muy buenos con nosotros, y no fuimos lastimados, ni nos perdimos de nada, siempre que estuviéramos familiarizados con ellos, cuando estábamos en el campo:

Ver. 15. Y no fuimos heridos. ] Tan estricta era la disciplina militar de David; también lo fue después el de Tamerlán; un que castigaba con la muerte a aquel soldado suyo que pero le quitaba una manzana, o un poco de leche, etc., de otro, sin permiso.

un turco. Hist., 216.

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