Y David envió diez jóvenes, y David dijo a los jóvenes: Subid al Carmelo, id a Nabal y saludadle en mi nombre.

Ver. 5. Ve a Nabal y salúdalo en mi nombre. ] Aquí un hombre podría haber visto - como Eclesiastés 10:7 - "siervos a caballo y príncipes caminando a pie": el pobre David hablando súplicas y el rico Nabal respondiéndole con rudeza. Ludit in humanis divina potentia rebus.

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