Y la mujer tenía un becerro gordo en la casa; y ella se apresuró a matarlo, tomó harina, la amasó y coció panes sin levadura.

Ver. 24. Y ella se apresuró y lo mató. ] Que él podría salir sano y salvo de su casa, y que ella no fuera interrogada por su muerte, como podría haber sido si él se hubiera desmayado del todo. Josefo la elogia mucho por su cortesía con Saúl, como también lo hace con él por su valor al morir en defensa de su país. Pero también lo hicieron los Decii, Curtii y otros romanos de la antigüedad: y también lo hacen esos forajidos turcos los Spahyes en este día.

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