Tan pronto como lleguéis a la ciudad, le encontraréis enseguida, antes de que suba al lugar alto a comer; porque el pueblo no comerá hasta que él venga, porque él bendice el sacrificio; [y] después comen lo que se les ordena. Ahora, pues, levántate; porque por este tiempo lo encontraréis.

Ver. 13. Porque la gente no comerá hasta que él venga. ] Bendecir y distribuir la carne. Una costumbre encomiable, anhelar la bendición de Dios sobre las criaturas antes de comerlas; y para dar gracias después de la carne; y no sentarse como un buey y levantarse como un asno, no como buitres y milanos, para apoderarse de nuestra carne como presa. Los mismos paganos consagraron sus cates antes de probarlos, como aparece por Homero y Virgilio. Y algunos piensan que los griegos llamaron a una cena αριστον, απο των αρων, por las oraciones que establecían.

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