Ahora, pues, escúchame y vuelve a librar a los cautivos que tomaste de tus hermanos, porque el ardor de la ira del SEÑOR está sobre ti.

Ver. 11. Ahora escúchame, pues. ] Aquí tenemos la imagen de un buen predicador. Oded enseña, reprende, exhorta, se transforma en todas las formas, de espíritu y de palabra, para obrar en sus oyentes; y tuvo su deseo. Vea la tarea de Timothy. 2Ti 4: 2-3

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