Por tanto, trajo sobre ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven, ni de la doncella, ni del anciano, ni del encorvado por la vejez: les dio ] todo en su mano.

Ver. 17. Que mataron a sus jóvenes ... en la casa de su santuario.] Esto fue una inhumanidad bárbara. Alarico el godo, cuando, después de dos años de asedio, tomó la ciudad de Roma, libró a los que habían huido a las iglesias y allí se refugió.

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