Y él dijo: Tírala. La arrojaron, y de su sangre fue rociada sobre la pared y sobre los caballos; y él la pisoteó.

Ver. 33. Y algo de su sangre. ] Su cerebro, que concibió el mal contra los siervos de Dios, está esparcido sobre los muros; y la que insultó a los profetas, es pisoteada por los talones de los caballos.

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