Y el hombre dijo a Joab: Aunque recibiera mil [siclos] de plata en mi mano, no extendería mi mano contra el hijo del rey; porque al oírnos, el rey te mandó a ti, a Abisai e Ittai, diciendo: Mirad que nadie [toque] al joven Absalón.

Ver. 12. Sin embargo, no quise extender mi mano. ] Porque valdría tanto como mi vida. ¡Qué locos, entonces, están los que por unos mezquinos chelines se separan de sus preciosas almas!

Hoc Ithacus velit, hoc magno mercentur Achivi. "

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