Y midió su muro, ciento y cuarenta y cuatro codos, de acuerdo a la medida del hombre, la cual es de ángel.

Ver. 17. Ciento veinticuatro codos ] Un codo son seis puñados.

Es decir, del ángel ] Que apareció como un hombre, pero más grande y más alto que lo ordinario; ahora porque esta ciudad santa está así medida, y que con la medida de un hombre, algunos piensan que es de la Iglesia militante. Pero algunos otros pasajes en este y los siguientes capítulos no pueden ser tomados de otra manera de acuerdo con la letra, que del estado de plena perfección. Lo hacen mejor, en mi opinión, que abarcan ambos.

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