Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén; y bebieron de ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.

Ver. 3. Luego trajeron los vasos de oro. ] Fabricado y designado para un mejor uso; al igual que gran parte de las tierras, vasijas y utensilios de nuestra Iglesia, acerca de los cuales se queja un hombre sabio, Possidebant Papistae, possident iam rapistae. Lutero clamó con vehemencia contra este abuso en Alemania, Knox en Escocia, Calvino en Ginebra: Ya veo, le dijo al senado en un sermón, que le hemos quitado la bolsa a Judas y se la hemos dado al diablo; tampoco puedo soportar tal sacrilegio, que sé que Dios al final castigará con la mayor severidad. Belsasar pagó caro por su abucheo en las copas del santuario.

Y el rey y sus príncipes… bebieron en ellos.] Como si fueran comederos de cerdos. Esto fue para superar a su padre y abuelo, que sin embargo no eran los mejores.

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