Y [entonces] se enciende la ira de Jehová contra vosotros, y cierra los cielos para que no llueva, y la tierra no dé su fruto; y [para que no] perezcáis pronto de la buena tierra que el SEÑOR os da.

Ver. 17. Y cerró los cielos. ] Las llaves del cielo, del corazón, del útero y del sepulcro, Dios las guarda y las lleva bajo su propio cinturón, como podemos decir.

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