Observa y oye todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti ya tus hijos después de ti para siempre, cuando hagas lo bueno y lo recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios.

Ver. 28. Y con tus hijos después de ti. ] Cuyo consuelo, los que no buscan, son peremptores potius quam parentes, más parricidas que padres. a

a Berna., Epist., i. 1.

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