Entonces los sacaréis a los dos a la puerta de aquella ciudad, y los apedrearéis con piedras, y morirán; la doncella, porque no lloró, [estando] en la ciudad; y el hombre, porque humilló a la mujer de su prójimo: así quitarás el mal de en medio de ti.

Ver. 24. Humilló a la esposa de su vecino.] Llamado así, por prometido, Quia nuptias facit consenso, non concubitus, como lo determinan los abogados.

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