Y desde entonces no se ha levantado profeta en Israel como Moisés, a quien el SEÑOR conoció cara a cara,

Ver. 10. Y no surgió. ] Este testimonio, y de hecho todo este capítulo, se cree que fue agregado por Josué o Eleazar, siendo divinamente inspirados, para completar la historia, famosa en todo el mundo; aprobado y expuesto por todos los profetas y apóstoles santos, que de esta fuente, o más bien del océano de la divinidad, una como Teodoreto llama Moisés, han regado sus diversos jardines; sí, al presionar los deberes morales, ¿qué más hacen sino explicar el Pentateuco? ¿Qué hacen sino despliegan y extraen ese tapiz de un rico tapiz que antes estaba doblado? Seguramente el Pentateuco bien puede reclamar el título, De Originibus, por encima de todos los demás escritos.

Y de Moisés, su autor, es mucho mejor decir, que una vez del pagano Homero, que ni antes de él hubo quien pudiera imitar, ni después de él nadie que pudiera imitarlo. b Pero qué tonto notoriamente arrogante fue Henry Nicholas, el fundador de los Familists (si eso fuera cierto en él, como lo informa un escritor de buena nota) c, es decir, que se jactó entre sus seguidores en Holanda, que él mismo debería ser preferido antes que Moisés y Cristo; porque Moisés enseñó la esperanza, la fe de Cristo, pero enseñó el amor, que era la mayor de esas tres gracias.

Dijo, además, que Moisés estaba en el atrio exterior, Cristo entró en el lugar santo, pero que él mismo entró en el lugar santísimo; sí, blasfemadamente dio a conocer que participó con Dios de su deidad, y Dios con él de su humanidad.

un apelativo de Theodoretus Mosem, τον της θεολογιας ωκεανον

b Patercul.

c Ich. Laet. Compensar. Hist, Univers., Pág. 583.

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