Cuando se leyó la copia de la carta del rey Artajerjes delante de Rehum, y el escriba Simsai y sus compañeros, se apresuraron a subir a Jerusalén a los judíos, y los hicieron cesar por la fuerza y ​​el poder.

Ver. 23. Subieron apresuradamente ] Perurgente diábolo, el diablo los empuja, y sus propias malas disposiciones incitan a ello (Berna.). Entonces, cuando la reina María agonizaba, Harpsfeild, archidiácono de Canterbury, que estaba en Londres, se apresuró a regresar a casa para despachar a los mártires que tenía entonces bajo su cruel custodia (Hechos y lunes 1562). Tan ambiciosos son los hombres malvados del infierno, que dan grandes zancadas y mejoran el paso, como si temieran que lo retomaran antes de llegar allí.

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