Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová envió truenos y granizo, y el fuego corría por la tierra; y el SEÑOR hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.

Ver. 23. Y el fuego corría por el suelo. ] Tales "granizos y carbones de fuego" también leemos en Sal 18: 13-15 Isaías 30:30,31 ; y en la historia romana, cuando el filósofo Marco Antonio luchó con los Quades, y por las oraciones de la legión atronadora - κεραυνοβολος, como se les llamó después - de los cristianos, la lluvia se obtuvo para el refrigerio del ejército romano, ingens grando compluraque fulmina en hostes ceciderunt: Itaque licebat videre in eodem loco aquam ignemque simul de coelo cadere, atque ob eam causam, Romanos valere ac bibere.

Quados exuri et penitus interire. es decir, un gran granizo y muchos relámpagos cayeron sobre el enemigo; el fuego y el agua cayeron a la vez del cielo; los romanos bebieron del agua y se sintieron aliviados; los Quades fueron quemados por el fuego y perecieron. a

a Dio, en Vita M. Ant. Phil.

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